17 oct 2009

Transposición Directiva de Servicios.



Transposición de la Directiva de Servicios: Menos Barreras y Más Oportunidades

El 28 de diciembre de 2006 entró en vigor la Directiva 2006/123/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 12 de diciembre de 2006 relativa a los servicios en el mercado interior (Directiva de Servicios). Los Estados miembros disponen de un plazo de transposición de tres años, que finaliza el 28 de diciembre de 2009.

El objetivo de la Directiva es alcanzar un auténtico mercado único de servicios en la Unión Europea a través de la eliminación de las barreras legales y administrativas que actualmente limitan el desarrollo de actividades de servicios entre Estados Miembros.

El proceso de transposición de la Directiva de Servicios se presenta para España como una oportunidad para reducir trabas injustificadas o desproporcionadas al acceso y ejercicio de la actividad en determinados sectores, contribuyendo así a un ambicioso programa de simplificación administrativa y de incremento de la transparencia. Por tanto, se producirá una mejora del marco regulatorio de la que se derivarán ganancias de eficiencia, productividad y empleo en los sectores implicados, además de un incremento de la variedad y calidad de los servicios disponibles para las empresas y ciudadanos.

Contra Europa intentan mantener como obligatoria la figura del procurador, más chupe y menos justicia.

No he leído las enmiendas , pero, como siempre me temo que irán contra Europa y sus directrices, esta casta de políticos mediocres sólo pretenden hacer tonterías a medida del tonto que se las pide, les importa poco que España vaya en buen camino en la competencia mundial o que pierda el tren, en especial en repartir justicia y proteger los derechos humanos y constitucionales, y como derechos humanos promover la libertad de elección sin imposición y la autodefensa sin exclusión ni obligación.

El Partido Popular entrega sus enmiendas para la ‘Ley Ómnibus’

El grupo parlamentario del Partido Popular (PP) ha presentado 28 enmiendas a la ‘Ley Ómnibus’ de las que destacan la ampliación del uso de visados de los colegios profesionales y la concreción de la actuación de los procuradores en los tribunales.

Así, una de las enmiendas propone que los colegios de profesiones técnicas visen los trabajos de su competencia cuando lo soliciten “expresamente” los clientes, los colegiados autores del trabajo o las administraciones públicas. También se podrá visar por instrucciones del Gobierno, vía real decreto, y cuando se pueda conseguir “por silencio administrativo positivo”. El visado deberá definir cuál es su objetivo y no se incluirá en su cuantía ni los honorarios, ni las demás condiciones contractuales; a su vez, no deberá de ser “abusivo ni discriminatorio”, y no afectará a las soluciones técnicas o estructurales del trabajo profesional.

Otra enmienda alude a la profesión de procurador, específicamente los procuradores de los tribunales. Según demandan en el documento, estos profesionales solo podrán ejercer en el territorio que determine el colegio al que pertenezcan. No obstante, se garantizará la gratuidad del cambio de colegiación cunado un procurador decida cambiar de plaza de ejercicio. El PP también demanda que los colegios profesionales tengan servicios de atención a los consumidores.


Colegiación obligatoria para los médicos

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha mostrado su “apoyo incondicional” a la colegiación obligatoria de los médicos en todo el territorio español; también ha dicho estar a favor de que se cree un registro de profesionales sanitarios que dependa del Colegio de Médicos y no de la Administración.

Incidió en que sería positivo para la sanidad en general, y los médicos en particular, que la colegiación obligatoria no se pusiera en duda “porque los colegios de médicos pueden de una manera muy concreta controlar el ejercicio de la profesión, garantizando que los que ejerzan la medicina tengan la titulación necesaria”.

Menuda pregunta la de Cospedal, todos iguales, lo que pasa ya era conocido por todos y por todas, todos iguales, unos INDECENTES que viven del cuento

la respuesta en el aire: "todos son iguales, a la hora del dinero, todos quieren llevarse cuanto más mejor" qué mas da PSOE QUE PP, ¿ ¿es que alguno es mejor?

Cospedal pregunta a Zapatero por qué Industria "contrató con empresas" implicadas en la trama

La secretaria general del PP y presidenta del partido en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, pidió hoy al PSOE que pregunte tanto al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como a su ministro de Industria, Miguel Sebastián, por qué "contrataron con empresas" implicadas en la trama del caso Gürtel.

Redacción España - 16-10-09

En declaraciones realizadas tras realizar diversos actos en Carrascosa del Campo(Cuenca), Cospedal se pronunció así preguntada por las informaciones que apuntan que el PP regional trabajó con empresas vinculadas a la trama.

"Ellos saben que es una noticia falsa que se han inventado, pero yo creo que lo más importante que tendrían que hacer los socialistas que están vertiendo esas calumnias es preguntarle al alcalde de Puertollano cuáles son las contrataciones que han tenido con empresas que están implicadas en esa trama, que eso sí que está demostrado y acreditado", argumentó.

Dicho esto, Cospedal también abogó por preguntarle a Zapatero y a su ministro de Industria "por qué han contratado con empresas en esa trama, que también está acreditado".

"Es en esas cosas que ya están acreditadas y que ya se saben lo que deberían preguntarle al alcalde de Puertollano o al ministro de Industria, porque eso sí está acreditado", insistió.

Subo al blog un artículo de Martínez Inglés publicado por un bloguero, que recuerda muy bien la historia.

Respecto al 23 F ¿Quién es capaz de creerse semejante opereta? Todo fue un montaje para que apareciera el Borbón como el salvador de la Patria.

Lean con atención lo que escribió el coronel Amadeo Marinez Inglés al respeto:

Los golpes militares no se inician jamás a las seis de la tarde; las fuerzas que intervienen en un golpe militar nunca dan vivas al jefe del estado, contra el que atentan, en el curso de su ilegal operativo; los tanques que utilizan las Unidades rebeldes comprometidas en un golpe militar siempre llevan sus “santabárbaras” a tope de munición y sus tripulaciones armadas hasta los dientes; el primer objetivo en un golpe militar es siempre, siempre, el palacio o residencia oficial del jefe de Estado; los presuntos golpistas en una acción militar contra el Estado nunca, nunca, dejan al jefe del mismo libre en su palacio y con todas sus comunicaciones con el exterior abiertas para que pueda reaccionar cómodamente contra sus enemigos; los dirigentes de un golpe militar jamás llaman por teléfono al jefe del Estado contra el que teóricamente están actuando para tratar de explicarle sus movimientos futuros y, menos todavía, para obedecer sin rechistar sus órdenes; los pr imeros movimientos de carros de combate en un golpe militar se dan siempre en la capital de la nación y no en la de una provincia periférica situada a más de trescientos kilómetros de distancia; los tanques rebeldes nunca, salvo que Gila ordene lo contrario, respetan los semáforos y las reglas de circulación, todo lo contrario, intentan alcanzar cuanto antes sus objetivos (palacio real o presidencial, palacio de justicia, centrales telefónicas, de radio, de televisión, banco central etc., etc.) importándoles un comino los accidentes o bajas entre la población civil. Y, por último, es absolutamente improbable que en un golpe militar el presunto jefe de los golpistas lleve en el bolsillo de su uniforme una lista de su futuro gobierno (para hacerla pública si triunfa la asonada) formado curiosamente no por militares o civiles golpistas de su entorno sino por políticos pertenecientes a partidos del propio sistema contra el que se está actuando ilegalmente. Visto todo lo an terior, que además es de elemental sentido común, resulta meridianamente obvio que aquí el famoso 23-F, del que ahora se acaba de cumplir su vigésimo aniversario, no tuvo nada que ver con una verdadera y tradicional intentona castrense; por mucho que se intente zanjar la cuestión apoyándose en el incuestionable veredicto de los micrófonos de la radio o las cámaras de televisión, en el carácter inestable y violento de Tejero (que incluso iba dando vivas al monarca, como se observó en la televisión) o en las chapuzas y traiciones de sus dos teóricos dirigentes: los generales Armada y Milans del Bosch. Nada de eso es determinante. Además ni el antiguo preceptor del Rey y luego secretario de su Casa, el todavía vivo marqués de Santa Cruz de Rivadulla, ha sido nunca un tonto de capirote, un loco visionario, un irresponsable o un traidor (más bien todo lo contrario) ni el ex capitán general de Valencia (uno de los generales con más carisma dentro del ejército franquista
) tuvo
nunca sus neuronas profesionales al nivel de las de un pobre cabo furriel. Si ambos montaron al alimón un complejo tinglado político-militar al margen de la Constitución (que fue en definitiva lo que salió a la luz el 23-F) para salvar la corona española (los dos eran fervientes monárquicos) fue pura y simplemente porque su señor, el rey Juan Carlos, perfectamente enterado tanto por ellos mismos como por los servicios de Inteligencia del estado (CESID) y la cúpula militar (JUJEM) del operativo golpista (éste si de verdad) que preparaban para principios de mayo los militares más radicales de la extrema derecha española, les pidió con urgencia la puesta en marcha de esa maniobra; que debería desactivar, cuanto antes y como fuese, ese peligro real y absoluto que amenazaba en primer lugar a su propia persona, y después a su corona, y, por último, al régimen de libertades instaurado trabajosamente en España a partir del 20 de noviembre de 1975. La operación palac iega, consensuada con los principales partidos políticos y con vocación de pasar por “constitucional”, salió mal entre otras cosas porque su más alto valedor, el rey, víctima de un ataque de miedo insuperable al enterarse por sus ayudantes de la barrabasada de Tejero en el Congreso, se desmarcó inmediatamente de ella a través de un doloroso “coitus castrensis interruptus” que dejó a sus fieles edecanes de palacio y conseguidores reales, señores Armada y Milans, con el trasero al aire, con el plumero de sus uniformes de gala bien visibles y, en definitiva, perfectamente preparados psicológicamente para pasarse una larga temporada a la sombra en alguna lóbrega prisión militar. Aunque hay que reconocer, en honor a la verdad, que la chapuza borbónica resultó al final muy provechosa para el sistema democrático español y para desmontar de una vez el franquismo latente en los cuarteles. Esto fue así, por mucho que durante veinte años a los españoles de a pie se les haya venido contando una historieta de buenos y malos, demócratas y fascistas, de militares y civiles, de vencedores y vencidos, de militares golpistas nostálgicos del anterior régimen (que los había y muchos pero que no llegaron a actuar afortunadamente ese emblemático día de febrero de 1981) bastante chapuceros y, sobre todo, de un señor con corona, valeroso e inteligente como pocos (aunque luego se ha sabido que su santa esposa lo pilló llorando a moco tendido en el dormitorio después de lo de Tejero), curiosamente vestido de general del ejército español como los presuntos cabecillas del evento que, con un breve (aunque tardío) mensaje televisado lograría salvar “in extremis” al Estado de una nueva dictadura militar. Desde luego, la desfachatez de los políticos, de los que gobiernan, de los poderes fácticos del sistema, de sus lacayos, de sus cipayos, de sus altavoces mediáticos, de su subordinados de toda su laya… no tiene límites; como tampoco los tiene la credulidad y la excesiva bondad de tantos confiados ciudadanos intoxicados sin rechistar por la propaganda oficial. Pero con ser muy grave la actuación del Rey al margen de la constitución que acabo de señalar y que pudo degenerar en un enfrentamiento armado dentro del ejército e, incluso, en una guerra si los sectores más ultras de las FAS adelantan su terrible órdago de mayo al 23-F ante el alarmante vacío de poder que se vivió durante unas horas, lo que reviste de máxima gravedad el asunto es que el monarca se valió en esta ocasión de su condición de rey y, sobre todo, de su cargo de jefe supremo de las Fuerzas Armadas para intentar salvar su corona como fuera, recabando la ayuda de sus fieles, de sus militares de palacio, de los servicios secretos del Estado, de la cúpula militar… para luego abandonar a los más comprometidos, a los que se la habían jugado por su señor, a su suerte. Que, como todos sabemos resultó más bien negra ya que fueron condena dos “manu militari” y sin que el Rey moviera un solo dedo para paliar sus exageradas condenas, a la friolera de treinta años de cárcel. Normal dirá alguien, el Rey es irresponsable, es inviolable constitucionalmente, no puede equivocarse como cualquier mortal. Y, digo yo, y si esta “chapuza tejerina” no hubiera terminado tan bien como terminó y aquello hubiera degenerado en un enfrentamiento armado con miles de muertos… ¡Tampoco el monarca hubiera podido ser juzgado por sus manejos palaciegos! ¡Menudo país y menuda Constitución! Un esperpento tan peligroso como el 23-F (y lo dice una persona que lo ha estudiado a fondo durante diecisiete años) no puede volver a repetirse. Con un rey irresponsable o con el “sunsum corda” en la jefatura del Estado. Y sería muy conveniente, para dejar de una vez las responsabilidades históricas de todos al descubierto (esas sí que pueden pedirse al monarca ¿no?) pasados ya nada menos que veinte años de tan preocupante eve nto, que el Parlamento español como representación máxima del pueblo soberano, abriera una exhaustiva investigación sobre el mismo. Que depurara responsabilidades (históricas vuelvo a repetir, pero responsabilidades al fin y al cabo) en las altas instancias de la nación donde se gestó, se planificó, se intentó ejecutar y se abortó finalmente uno de los hechos más estrafalarios, ridículos y peligrosos de nuestra flamante monarquía franquista.



¿Es posible que haya gente que se crea que el 23 f fue un golpe de estado? Sin duda el primer golpe de estado de la historia donde no hubo ningún muerto. En cualquier otro país, cuando Gutierrez Mellado se levantó y zarandeó al guardia civil, le hubieran pegado dos tiros.

Un golpe de estado fue lo de Chile en el 73 que el único que podía abortar el golpe era Allende y fueron a por él bombardeando el Palacio de la Moneda. Pero aquí mientras les sigan funcionando el negocio del 23 f los unos y los otros podrán continuar saliendo como dioses ante el pueblo aborregado. Cosas verdes, amigo Sancho.