30 may 2008

Abel Caballero acusado de ningunear a su socio de Gobierno.

Caballero ningunea al teniente de alcalde del Bloque y se niega a darle un estatus especial Santiago Domínguez, molesto tras intervenir el regidor en asuntos de su área.

Las endémicas malas relaciones entre los dos socios del gobierno vigués volvieron ayer a salir a la superficie en vísperas del viaje que hoy llevará a Bruselas al alcalde vigués y al teniente de alcalde al frente de una delegación de 60 personas para intentar conseguir que Vigo sea la sede de la Universiada del 2013. El detonante fue la reunión que Abel Caballero mantuvo con el presidente de la federación de hospedería para debatir asuntos de turismo, un área que gestiona precisamente el teniente de alcalde y número dos del gobierno municipal, el nacionalista Santiago Domínguez.
Lo de menos en este caso es la invasión de competencias de los nacionalistas, acusación que el alcalde elude con una alambicada argumentación. Lo grave para el funcionamiento de un gobierno bipartito es el completo rechazo del alcalde a dar un estatus de relevancia a Santiago Domínguez en su calidad de jefe de filas de los cinco ediles nacionalistas.
Por lo demás, Caballero no trató de ocultar el encuentro, sino que lo difundió a bombo y platillo, al igual que los acuerdos alcanzados, aprovechándose quizás del agobio de los concejales nacionalistas ante el momento clave de la candidatura de la Universiada, una apuesta electoral del Bloque.
Pese a ello, Domínguez buscó ayer la manera de responder a lo que considera una intromisión: «O alcalde non sabe o que se está a facer no departamento de Turismo; me molestan profundamente non só as súas inxerencias, ás que estamos acostumados, senón que fale de facer cousas nas que estamos xa traballando e que despois realice manifestacións gratuitas».
Como uno más
Una vez más, como en las diversas polémicas que los han enfrentado en este primer año de gobierno, Caballero se tomó el tema con absoluta tranquilidad. Argumentó que «las competencias de los concejales son temas menores» y que habló con el responsable de la asociación de hospederos de asuntos que superan el área de Turismo.
«No ha habido ningún roce y mi intención es informar de lo hablado en la junta de gobierno local del próximo lunes», propuesta con la que Caballero relega al teniente de alcalde al nivel de cualquier concejal. El regidor fue más lejos todavía al asegurar que «algunos desean un protagonismo especial».
Para que no hubiera lugar a engaños, remachó con un argumento que le abre la puerta a intervenir en cualquier parcela de la gestión municipal: «Tomo las decisiones que considero adecuadas como alcalde y mis competencias están en todos los ámbitos». A modo de explicación, afirmó también que habían hablado de cuestiones que rebasan el ámbito del turismo para afectar a las infraestructuras o a la seguridad.
El nuevo choque coincide con el primer aniversario de un gobierno de coalición que ha funcionado bien en los grandes asuntos como el Plan Xeral o los presupuestos, y en general en las relaciones entre los concejales socialistas y nacionalistas. Por el contrario, la falta de sintonía entre Caballero y Domínguez ha provocado sobresaltos desde el primer día. El Bloque eligió como sistema la denuncia pública del alcalde, pero tras doce meses la estrategia se ha revelado claramente insuficiente.
Noticia de la Voz de Galicia.

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